31 dic 2008

Sueño de una noche de invierno



No sabía en que momento había llegado hasta ahí, una excursión!! a estas alturas!! Nunca me ha gustado las excursiones y sin embargo allí estaba, rodeada de un montón de gente desconocida, la mayoría niños.

Yo me encontraba justo en medio de un pasillo largo, del mismo aspecto que tienen los hospitales antiguos de enfermos de tuberculosis, muy deteriorado, había dos pasillos perpendiculares, uno a mi derecha y otro a mi izquierda, entré por este último a través de una gran puerta acristalada, llegué a una sala de espera, llena de gente, por suerte viki estaba ahí, me incliné para decirle algo pero antes de que pudiera hacerlo me dijo al oído: mira al hombre que está enfrente, está echo polvo!!!

Al mirar vi a un hombre increíblemente gordo, sentado en una silla de ruedas, todo él era piel y grasa, su gran papada flácida caía sobre su cuerpo inflado como un globo, era una masa uniforme y su color era extrañamente azul-violáceo, pero para mi sorpresa nos miraba fijamente y levantando la voz nos gritó:
Sé lo que estáis diciendo: que me queda poco verdad? sé que me queda poco...

Me levanté y me fui al pasillo central, me sentía indignada, como había accedido a venir!! Así que tomé la decisión de no quedarme por más tiempo, corrí por el pasillo hasta salir al exterior, al mirar a mi alrededor solo vi campo y carretera, no recuerdo en que momento le pregunté a alguien como podía hacer para volver y me informaron de que estaba en Albacete!!! ... sabía que la única forma de volver a Alicante era caminando. Seguí avanzando entre el campo hasta que estuve sola, y cuando me disponía a irme, se apareció Christian, estaba igual que la última vez que lo vi, hace unos 8 años, en el colegio, alto, gigante y pelirrojo, le pregunté
Tu tampoco quieres estar aquí ¿eh?
Me dijo: claro que no! yo me largo. Y mientras respondía se introdujo por el interior de un árbol hueco. Lo ví desaparecer en un instante.
En ese momento empezó a llover y se hicieron charcos enormes a mi alrededor, todo se inundaba así que decidí
volver al hospital y cuando llegué al interior, un montón de adolescentes de muy mal aspecto corrían por el pasillo con palos en sentido opuesto a mí. Me dije:
"Rosi, es hora de irse, esto se pone feo"
Por suerte vi al monitor de la excursión al fondo del pasillo, era Bruce Willis, llevaba una camiseta gris sin mangas de esas que lleva en las películas de acción, se le veía alterado, le dije que no podía seguir ahí que me iba a volver loca, que me iba a Alicante, me preguntó como me iba a ir, le dije me voy caminando no llevo mucho dinero. ¿Cuanto tienes?- me dijo
-Solo 100 €- respondí
-toma 100 mas y te vas en bus-
Gracias! le di un abrazo y me fui.

Antes de dar diez pasos estaba en Elche en una especie de restaurante de puerto abriendo un armario y en él había veinte o treinta botellas de aceite y cientos de pulseras de hilo de colores, justo en ese momento una voz masculina me gritaba desde el otro lado de la puerta que no me preocupara que me llevara las que quisiera que tenía más, así que puse en la mochila todas las que había, me alegré tanto!! ahora José iba a poder programar mucho mejor, estaba deseando llegar a casa a contarle que ahora era mucho más fácil programar gracias a esas pulseras.

Antes de irme del restaurante llamé a Viki, me atendió su prima, cuando me la pasó me dijo que Albacete estaba todo inundado, menos mal que me había ido...
Después visité otro hospital, la casa de una amiga derrumbada, creo que nunca llegué a Alicante pero digamos que anoche viajé por todo el mundo de los sueños, al abrir los ojos intenté poner sentido pero no hubo manera... Bruce Willis en Albacete dándome dinero... pero clarísimo lo tengo, si me vuelve a pasar, con los 200€, me vuelvo en taxi.

No hay comentarios: